Marco Referencial

La Práctica Profesional Docente III es una etapa crucial en la formación de los futuros docentes, donde estos adquieren experiencias prácticas, tanto en situaciones reales como simuladas. Las primeras se llevan a cabo en instituciones educativas asociadas, bajo la supervisión de docentes formadores y co - formadores, y tiene como objetivo principal consolidar y profundizar los conocimientos teórico-prácticos adquiridos durante la formación.

De esta manera, el espacio curricular Práctica Docente III, correspondiente al tercer año del Profesorado de Educación Secundaria en Economía, tiene como objetivo formar profesionales competentes para enseñar, generar y guiar en la construcción de conocimientos, así como fomentar valores esenciales para el desarrollo integral de los individuos, como ciudadanos comprometidos con el progreso del país y la creación de una sociedad más equitativa. Al respecto la ley nacional del educación N° 26206 en su artículo 71 determina que:

La formación docente tiene la finalidad de preparar profesionales capaces de enseñar, generar y transmitir los conocimientos y valores necesarios para la formación integral de las personas, el desarrollo nacional y la construcción de una sociedad más justa. Promoverá la construcción de una identidad docente basada en la autonomía profesional, el vínculo con la cultura y la sociedad contemporánea, el trabajo en equipo, el compromiso con la igualdad y la confianza en las posibilidades de aprendizaje de los/as alumnos/as (p.15).

En este contexto, la cátedra se erige como el eje central del plan de estudios de la formación docente, vinculándose verticalmente con las demás prácticas y horizontalmente con las didácticas, tanto generales como específicas. En este espacio se integran contenidos y conocimientos sobre teorías y estrategias de enseñanza y aprendizaje, así como teorías y enfoques económicos. Todos ellos, marcos teóricos fundamentales para reflexionar sobre la enseñanza de la Economía.

Asimismo, resulta valioso expresar que la Educación Superior no solo se enfoca en formar profesionales competentes, sino también en cultivar personas con principios éticos, que contribuyan a la sociedad desde una perspectiva crítica y solidaria, respetando tanto el entorno como las estructuras democráticas del país. Al respecto la ley de Educación Superior N°24521/95 del CGE. Determina:

La Educación Superior tiene por finalidad proporcionar formación científica, profesional, humanística y técnica en el más alto nivel, contribuir a la preservación de la cultura nacional, promover la generación y desarrollo del conocimiento en todas sus formas, y desarrollar las actitudes y valores que requiere la formación de personas responsables, con conciencia ética y solidaria, reflexivas, críticas, capaces de mejorar la calidad de vida, consolidar el respeto al medio ambiente, a las instituciones de la República y a la vigencia del orden democrático (p.3).

En consonancia con lo expuesto hasta aquí, la ley de Educación Nacional N° 26206/06 establece que:

La educación brindará las oportunidades necesarias para desarrollar y fortalecer la formación integral de las personas a lo largo de toda la vida y promoverá en cada educando/a la capacidad de definir su proyecto de vida, basado en los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad, justicia, responsabilidad y bien común (p.2).

En efecto, puede afirmarse que la Práctica Profesional docente III es un espacio clave y transversal en la formación de los futuros docentes de Economía, ya que facilita la conexión entre la teoría y la práctica, como así también entre lo general y la específico, a través de la participación en experiencias de observación, ayudantías y prácticas intensivas en el ciclo orientado, ciclo que forma parte de la propuesta curricular del sistema educativo de la provincia de Entre Ríos y que se configura como el ámbito de influencia del docente de Economía. Al respecto el Diseño Curricular de Educación Secundaria versa que:

La propuesta curricular de la educación secundaria se integra por un campo de conocimientos de formación general en el ciclo básico y en el ciclo orientado por un campo de una formación específica vinculada a determinadas áreas del conocimiento. Las diferentes orientaciones formarán capacidades, competencias y habilidades de aplicación en el medio social, cultural, tecnológico y productivo de modo que posibiliten la inserción laboral de los egresados a la prosecución de estudios superiores (p. 16).

En este contexto, la Resolución N° 4795/15 establece que “en la Práctica Profesional Docente de tercer año se aborda la problemática educativa en el aula, es decir la enseñanza y los vínculos entre los sujetos teniendo en cuenta los diferentes entornos, modalidades y la diversidad de los grupos” (p. 148).

Para lo cual, organiza el recorrido en tres ejes principales. El primero, "La cotidianeidad escolar", aborda las particularidades del nivel educativo y las relaciones dentro del aula. Se propone revisar las estrategias didácticas para ajustarlas a los nuevos contextos socioculturales y familiares, considerando las características de los estudiantes y las diversas situaciones que afectan las prácticas docentes. En este eje, se trabajan las relaciones interpersonales en el aula, los procesos de enseñanza y aprendizaje, y la colaboración entre docentes para construir espacios de reflexión colectiva.

En tanto, el segundo eje, "Experiencias de formación", se enfoca en analizar las problemáticas del aula con mayor profundidad. Se busca generar espacios de reflexión y debate sobre las prácticas docentes, promoviendo la autorreflexión y el intercambio entre docentes y estudiantes. También se propone la revisión de las prácticas docentes a través de bibliografía especializada y la consulta con expertos, para elaborar marcos conceptuales que enriquezcan la formación.

Asimismo el tercer eje, "Instancias de inserción en las escuelas asociadas", se centra en la participación activa en las instituciones educativas, incluyendo observaciones en el aula, acompañamiento en actividades extracurriculares y propuestas de enseñanza que se desarrollan en paralelo con los contenidos teóricos.

Además, atendiendo a lo expuesto en la Resolución N° 4795/15 se puede expresar que el ámbito de la Práctica Profesional Docente III, permite crear espacios compartidos de aprendizaje y debate entre profesores, estudiantes y egresados que ya forman parte del sistema, centrados en la enseñanza como conocimiento en sí mismo. Estos espacios favorecen trayectorias pedagógicas flexibles para la formación de los estudiantes, quienes se relacionan de manera directa con la labor docente en las instituciones escolares.

Por consiguiente, teniendo en cuenta lo expuesto podemos inferir que la Práctica Docente III constituye un componente fundamental en la formación de los futuros docentes de Economía. Este espacio no solo promueve la integración entre la teoría y la práctica, sino que también facilita el desarrollo de competencias profesionales clave a través de experiencias directas en las aulas.

Así, la reflexión crítica sobre las prácticas educativas, el trabajo colaborativo con docentes experimentados y el enfoque en la diversidad de contextos y realidades sociales que enriquecen la formación del docente, preparando a los futuros profesionales para enfrentar los desafíos del sistema educativo actual. Al articular conocimientos teóricos con situaciones reales, esta etapa contribuye de manera significativa a la consolidación de una enseñanza reflexiva, ética y comprometida, en sintonía con las demandas de una sociedad más justa y equitativa.

Estudiar Economía implica examinar cómo las personas interactúan en la sociedad, y esto está estrechamente relacionado con otras disciplinas de las Ciencias Sociales. Por ejemplo, con la Historia al analizar cómo los procesos económicos han evolucionado a lo largo del tiempo. Con la Geografía, al explorar cómo las personas se adaptan a diferentes entornos geográficos y cómo la tecnología transforma estos espacios. Con la Filosofía haciendo uso para pensar de manera crítica sobre las desigualdades económicas. Con la Sociología abordando problemas como la desigualdad social, la pobreza y la marginación. Con la Formación Ética y Ciudadana haciendo foco en cuestiones de bienestar y justicia.

En tal sentido, la Resolución N° 3322/10 del CGE señala que “sólo desde la construcción interdisciplinaria podremos realizar un abordaje de “lo económico” como el enfoque desde el cual analizar problemáticas como la desigualdad, la pobreza y la marginación, que nos afectan y conciernen a todos como ciudadanos” (p.95).

Por otra parte, siendo la Economía la ciencia que estudia cómo las personas y las sociedades gestionan los recursos limitados para satisfacer sus necesidades. Los recursos (como el dinero, el tiempo, la mano de obra, los materiales, etc.) son escasos, lo que significa que no hay suficiente para cubrir todos los deseos o demandas.

En este sentido, la Economía analiza cómo estos recursos se usan para producir bienes y servicios, es decir, cosas que la gente necesita o desea, como alimentos, ropa, vivienda o educación. Una vez que se producen, estos bienes y servicios deben ser distribuidos entre los miembros de la sociedad, lo cual implica decisiones sobre quién los recibirá, en qué cantidad y bajo qué condiciones.

Por lo cual, la Economía estudia las decisiones que tomamos para administrar estos recursos limitados, con el objetivo de mejorar el bienestar social mediante la producción y distribución adecuada de bienes y servicios.

Como definen Beker & Mochón Morcillo (2000) “La Economía se ocupa de la manera en que se administran unos recursos escasos, con objeto de producir bienes y servicios y distribuirlos para su consumo entre los miembros de la sociedad” (p.2).

De este modo, respondiendo al carácter específico del perfil del Profesorado de Educación Secundaria en Economía, se pretende aportar al futuro docente, una visión general de los problemas económicos a partir de diferenciar dos enfoques: el convencional y el crítico, para entender los mismos desde la economía. A la vez se busca introducir a los estudiantes en las principales explicaciones teóricas respecto del funcionamiento del sistema capitalista.

Así, el objetivo de la enseñanza es que cada uno pueda construir sus propias explicaciones, apoyado en los aportes de las diferentes miradas teóricas y en su contrastación con la información, experiencia, debate sobre la realidad. Al respecto Tomás Bullat (2014) expresa: “la Economía está entre nosotros todo el tiempo. Nos rodea a todos durante nuestra vida” (p.131).

En cuanto al perfil del egresado se aspira formar un docente que pueda, asumirse como sujeto autónomo y creativo para la toma de decisiones. Contextualizar las intervenciones de enseñanza y apoyar procesos democráticos.

De acuerdo a la Resolución N° 4795, CGE, (2015) se espera que el futuro docente pueda construir espacios de trabajo compartido y colaborativo en las instituciones educativas. Comprender marcos teóricos para seguir profundizando en los diferentes campos del conocimiento. Utilizar diversos recursos didácticos, en situaciones de enseñanza formal y no formal. Comprometerse ética y políticamente con los procesos culturales, sociales, éticos de la sociedad en la que vive, entre otras (pp.26, 27).

En cuanto al perfil del egresado del Profesorado de Educación Secundaria en Economía, la Resolución N° 4795/15 del CGE postula que el mismo se configura como un docente altamente competente en el campo de la Economía y la Pedagogía. Este egresado posee una sólida comprensión de los principios económicos fundamentales y es capaz de analizar críticamente las teorías y conceptos económicos, adaptando los mismos, de manera significativa al contexto educativo. Asimismo, demuestra habilidades interdisciplinarias al relacionar la economía con otras áreas del conocimiento, enriqueciendo su visión y comprensión de los fenómenos socioeconómicos.

Por lo cual, este profesional de la docencia destaca por su capacidad para guiar a los estudiantes hacia un pensamiento analítico y reflexivo, promoviendo la formación ética y ciudadana, y fomentando una comprensión profunda y contextualizada de las problemáticas económicas. Por ende, el egresado según la Resolución N° 4795/15 es un docente comprometido y competente, capaz de impartir una educación en Economía que responda a los desafíos actuales y forme ciudadanos conscientes y críticos.

En contraste, la Resolución N° 3322/10 del CGE determina que el perfil del egresado del nivel secundario con Orientación en Economía, emerge como un individuo con una comprensión integral de los conceptos económicos y su aplicación en la vida real.

De este modo, el egresado no sólo adquiere conocimientos teóricos, sino que también desarrolla habilidades prácticas para analizar y resolver problemas económicos en diferentes contextos. Se caracteriza por su capacidad para pensar críticamente, evaluar las implicaciones sociales y éticas de las decisiones económicas, y comunicar de manera efectiva los conceptos económicos a distintos públicos.

Además, el egresado de esta orientación demuestra un enfoque interdisciplinario al relacionar la economía con otras áreas, enriqueciendo su perspectiva y comprensión de los fenómenos socioeconómicos.

Por lo tanto, en el perfil del egresado según la Resolución N° 3322/10 CGE se dimensiona un individuo con una sólida base económica, competencias analíticas y habilidades comunicativas, preparado para enfrentar los retos económicos y contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad. Expresando: “Se apuesta a que sean respetuosos de las diferencias, críticos de las estructuras o situaciones político-sociales imperantes, solidarios y con sueños de equidad, justicia y autonomía en todos los órdenes de la sociedad y de la vida" (Resolución N° 3322/10 CGE, 2010, p.24).

Lo que hoy consideramos nuestra realidad socioeconómica, seguramente no será igual a la que los adolescentes y jóvenes se encontrarán al finalizar sus estudios secundarios. Esto pone a la enseñanza en la tensión de tener que formar ciudadanos críticos, con capacidades para comprender y transformar su entorno, desarrollar iniciativas personales y grupales y aprender a trabajar en y con la incertidumbre (Resolución N° 3322/10, CGE, 2010, p.204).

La propuesta pensada desde la cátedra Práctica Docente III, concatenada a lo expuesto hasta aquí, sobre teorías, normativas vigentes y epistemología, logra plasmarse en el aula de quinto año “B” de la Escuela N°23, República Oriental del Uruguay de la ciudad de Concordia, Provincia de Entre Ríos.

La institución se encuentra ubicada en la zona sur este de la localidad, la cual se caracteriza por el asentamiento de barrios que dolorosamente se encuentran en situación de olvido, carencias y vulnerabilidad. No solo desde el punto de vista político, sino también comunal o social. Su edificio relativamente antiguo se erige sobre calle Pellegrini al 136, y su funcionamiento es compartido a contra turno con la Escuela homónima N° 66 de nivel primario. Es una escuela de gestión pública, dependiente de la provincia, de carácter urbano marginal que cuenta con 230 jóvenes estudiantes, los cuales provienen en su mayoría de barrios aledaños, se toma como referencia para delimitar la zona la ubicación del Hospital Felipe Heras.

Desde una mirada prospectiva, sobre la práctica, es fundamental tener en cuenta el contexto en el que se llevan a cabo las mismas. Es necesario considerar el entorno específico en el que se vive y se comparte significados con los demás. Esto nos exige analizar las prácticas desde esta perspectiva interna, con el fin de comprenderlas, evaluarlas, mejorarlas y revisarlas adecuadamente.

Así, desde la experiencia de la Práctica Intensiva realizada, se evidencia a la escuela República Oriental del Uruguay como, un oasis de oportunidades y esperanza, que contrasta con el entorno y la realidad en la cual, dicha comunidad educativa se encuentra inmersa. La escuela no solo contiene a los estudiantes en su aspecto educativo pedagógico, sino también humano, atendiendo necesidades de diversa índole.

Cabe señalar que al inicio la práctica estuvo plagada de comentarios prejuiciosos, sin embargo bastó atravesar las puertas de la institución, para confirmar, que justamente se trataba de prejuicios, el imaginario colectivo no refleja en absoluto la realidad de la comunidad educativa de la escuela República Oriental del Uruguay. Su cotidiano escolar se caracteriza por el trabajo en equipo y la colaboración. Valores como la solidaridad, el compañerismo y la empatía guían a quienes componen esta comunidad educativa.

Al respecto de imaginario institucional, Frigerio y Poggi (1993) postulan que el imaginario es el conjunto de imágenes y de representaciones —generalmente inconscientes— que, producidas por cada sujeto y por cada grupo social, se interponen entre el productor y los otros sujetos tiñendo sus relaciones, sean éstas interpersonales, sociales o vínculos con el conocimiento (p.37).

Vinculado al concepto de Economía vertido anteriormente, como distribución de recursos escasos, la escuela República Oriental del Uruguay, es un basto ejemplo de ello. No solo se distribuyen, sino que se optimizan los recursos. Así un espacio que por la mañana es utilizado como comedor, por la tarde se convierte en un espacio áulico y otro espacio es biblioteca al mismo tiempo que aula. Los mismos docentes elaboran con sus propias manos alimentos que se ofrecen a la venta en la comunidad. Este acto, altruista y solidario, les permite recaudar fondos para el funcionamiento del establecimiento escolar y constituirse en ejemplo a seguir por los estudiantes. Al respecto en su Proyecto Educativo Institucional (2019) podemos leer:

…nuestra institución, sin ser una panacea ni mucho menos, trabaja de una forma democrática y flexible, propiciando el trabajo en equipo de los estudiantes a través del ejemplo de sus docentes, que se presentan trabajando de forma cooperativa en innumerables proyectos interdisciplinarios (p.8).

En cuanto a su contrato fundacional, la escuela República Oriental del Uruguay, nace en el año 2000 respondiendo a una necesidad social de educación secundaria, con una única orientación, Cooperativismo. Actualmente, a partir de la ley de educación N°26206, sancionada en el año 2006. La comunidad educativa optó por ofrecer dos orientaciones, en Economía y Administración, como así también en ciencias sociales y humanidades, contando así con dos divisiones A y B.

Por otra parte, dentro de sus proyectos cabe destacar varios, como el de club de ciencias, que se destaca a nivel nacional e internacional, el taller de horticultura, enmarcado dentro del programa “Zona Sur”, que busca la contención de los chicos y chicas en el ámbito escolar, proporcionando una capacitación, que permita a la vez una salida laboral, mejorando así su calidad de vida.

Además, en el marco de la formación complementaria, se puede mencionar el taller de la cooperativa escolar “La Coopetrapo”, que tiene como objetivo generar ingresos para el mantenimiento del establecimiento escolar, mediante la confección de muñecos con telas recicladas, como así también el Kiosco Cooperativo. Estos proyectos permiten poner en práctica la organización y valores cooperativos de la formación complementaria. También, desde los espacios estético expresivos, se desarrollan talleres, como el de batucada y murga.

Según la Resolución N° 4250/12 CGE. Estos espacios formativos, se inscriben en la propuesta curricular que cada institución ha definido, de acuerdo con los intereses y necesidades educativas de sus estudiantes. Cada Institución Escolar en uso de su autonomía definirá los agrupamientos de estudiantes que accedan a estos trayectos teniendo en cuenta los espacios y los tiempos que posibiliten su cursado (p.4).

En cuanto a la concreción del Currículo, la institución establece que la implementación del mismo, como así también el uso del tiempo y la organización de los estudiantes, se basa prioritariamente en las características generales de los jóvenes. Como su inclinación hacia el razonamiento inductivo, su enfoque en lo inmediato, la necesidad de resultados rápidos y de normas claras que les proporcionen un entorno seguro. Teniendo en cuenta que estos muchas veces asumen roles adultos desde temprana edad, lo que influye en su desarrollo.

Por lo cual, en esta situación escolar, el enfoque se basa en retener como primer medida y apoyarlos continuamente. Muchos de los estudiantes expresan en la escuela su malestar ante la realidad que les toca vivir, y a veces lo hacen a través de conductas disruptivas. Por lo tanto, el riesgo pedagógico aumenta cuando las carencias afectan su calidad de vida y por ende la continuidad escolar.

En este sentido, y atendiendo a las particularidades del contexto, el egresado de la Escuela República Oriental del Uruguay estará formado de manera integral, habiendo desarrollado la capacidad de crear y buscar soluciones innovadoras, además de apropiarse críticamente del conocimiento al que accede. Será consciente de que el aprendizaje es un proceso continuo y permanente. Tendrá la habilidad de interpretar procesos sociales complejos, lo que le permitirá adaptarse a diversas situaciones y transformarlas cuando sea necesario. Este estudiante contará con un espíritu emprendedor y una actitud de superación, capaz de fijarse metas y llevar a cabo proyectos propios que le faciliten su integración en la vida social y ciudadana.

Desde una concepción tradicional, la escuela es una institución educativa formal, que brinda un ambiente estructurado para la enseñanza y el aprendizaje. Un espacio donde se lleva a cabo la educación formal y donde los estudiantes interactúan con docentes, pares y contenidos curriculares. Sin embargo, desde una perspectiva más abarcativa de la realidad actual, autoras como Silvina Svirtz (2007), expresan una mirada crítica:

La escuela moderna como constructo histórico, que establece una visión estado céntrico, que vincula la escuela a procesos de homogeneización cultural, disciplina, valores uniformes, mediante métodos efectivos monolíticos como la simultaneidad sistémica, que consolida los principios del modelo de Comenio, han entrado en contradicción con las nuevas estrategias educativas sociales que promueven la libertad y la diversidad (p.55).

Entonces, desde lo vivenciado en esta práctica intensiva situada en la escuela República Oriental del Uruguay, se puede observar que hoy en día se le exigen a la escuela múltiples responsabilidades, algunas de las cuales van más allá, no solo de su función original, sino de la posibilidad misma . Al respecto autoras como Ines Dussel y Myriam Southwell (2005) aportan un abordaje reflexivo.

...hoy a la escuela se le demandan muchas cosas, quizás demasiadas. Se le pide que enseñe, de manera interesante y productiva, cada vez más contenidos; que contenga y que cuide, que acompañe a las familias, que organice a la comunidad; que haga de centro distribuidor de alimentos, cuidado de la salud y de asistencia social; que detecte abusos, que proteja los derechos y que amplíe la participación social (p.26).

Así pues, estas demandas reflejan los tiempos actuales, donde la rapidez, fluidez y flexibilidad son los valores predominantes, mientras que lo estable y duradero se percibe como obsoleto. En nuestro país, como así también en otros países de nuestra región, estas condiciones se ven agravadas por el crecimiento de la pobreza, la marcada desigualdad, las recurrentes crisis y la exclusión.

De este modo, las demandas se presentan como respuestas a las condiciones sociales, que están en constante cambio. Situaciones como el desempleo, las migraciones, las crisis y otras vorágines sociales dificultan la continuidad pedagógica y permanencia de los jóvenes en las escuelas. Todos estos flagelos mencionados afectan cada vez más a amplios sectores de la población, repercutiendo en las escuelas.

En cuanto, a la enseñanza la institución en su Proyecto Político Pedagógico Institucional , acuerda las estratégias a trabajar en el aula, teniendo en cuenta el nivel de competencia cognitiva de los estudiantes, que no siempre coinciden con los estadios de desarrollo piagetanos. Resulta de importancia que los métodos y estratégias de enseñanza sean apropiadas.

Según Sanjurjo (2003) La enseñanza es aquella que propone y provoca procesos reflexivos, genera el aprendizaje de relaciones activas con el conocimiento, busca la comprensión y apropiación significativa por parte de nuestros alumnos. Todo ello favorecido por un buen clima, por la autoridad del docente ganado a través de su trato respetuoso y de sus conocimientos expertos (pp.37-39).

Con respecto al aprendizaje, cabe discernir entre el significativo y el memorístico, el segundo se basa en la repetición automática, mientras que el primero se logra cuando el estudiante conecta la información y el sentido del contenido con sus conocimientos, experiencias y conceptos previos, lo que le permite comprenderlo mejor. Para ello, es fundamental que el educando participe activamente, reflexionando, debatiendo y descubriendo vínculos entre los contenidos. “El aprendizaje representa un cambio o una modificación del comportamiento de carácter duradero y estable. Los aprendizajes son comportamientos con durabilidad y se incorporan al repertorio de comportamientos de la persona…” (Davini, 2008, p. 46).

Dentro de la misma línea de pensamiento “En un sentido amplio, el aprendizaje es, según Gvitrz y Palamidessi (1998).“... una modificación relativamente estable de las pautas de conducta realizada en función de lograr una adaptación al medio en que vive el organismo o individuo” (p.117).

En tal sentido, desde esta práctica se han realizado ocho instancias de práctica intensiva, en las cuales se ha procurado que prevalezcan en el aula, estrategias didácticas y actividades que den prioridad a la participación de los estudiantes, como la lecto escritura a través de artículos periodísticos y cuentos, el debate de ideas, la recuperación de saberes previos, por medio de rutinas de pensamiento, respetando de esta manera las estratégias de enseñanza acordadas en el Proyecto Educativo Institucional.

Asimismo, se han presentado estratégias innovadoras como la gamificación, el uso crítico de imágenes y creaciones artísticas, que resultaron de interés para los estudiantes, fomentando siempre el aprendizaje significativo y el pensamiento crítico del sujeto.

Pichon-Rivière define al "Sujeto" como un individuo en constante interacción con su entorno, formado por sus relaciones y experiencias, influido por el inconsciente y que está siempre en proceso de construcción y cambio. Su enfoque es profundamente socio psicológico y resalta la conexión entre la psicología individual y la dinámica social (p.19).

En vínculo con lo expuesto, se considera que el sujeto es un ser en constante evolución, transformado por el entorno y la interacción con otros. De esta manera, el sujeto no es una simple suma de capacidades o elementos, sino una organización emergente que se forma en las relaciones sociales. No es una entidad fija, sino un proceso que se desarrolla en las interacciones.

Hablar de conocimiento es referirse a la suma de saberes que se van adquiriendo a lo largo de la vida y puede definirse como el conjunto de conocimientos sobre un tema o sobre una ciencia. Está conformado por hechos, verdades e información, adquiridos mediante la experiencia y el aprendizaje.

Wolovelsky (2013) señala que el conocimiento público no es la simple transmisión de saberes desde expertos a la población, ni un espectáculo o entretenimiento, sino una forma de acción política. La ciencia, con su complejidad, no debe considerarse como exclusiva de un grupo especializado, sino como parte fundamental de las acciones, pensamientos y luchas que conforman el contexto social y temporal en el que todos vivimos, seamos científicos o no (pp. 76-79).

En tal sentido, el conocimiento tal como se concibe hoy, es un proceso continuo y gradual a través del cual, el ser humano comprende su entorno y se realiza como individuo y especie.

En otro orden, un componente clave de la Práctica Intensiva y sobre todo en la elaboración de la secuencia didáctica, es la evaluación. En un enfoque pedagógico- didáctico sólido se promueve la evaluación auténtica y formativa, diseñada para medir no solo el conocimiento teórico, sino también las habilidades reales. Por otra parte, la evaluación formativa proporciona retroalimentación continua para guiar el proceso de aprendizaje.

Por consiguiente, desde la perspectiva del estudiante cuando se habla de evaluación, en general se asocia a una nota, sea numérica o conceptual, a una instancia que para muchos genera temor y resulta incómoda y muchas veces desagradable. Al respecto, Davini (2008) manifiesta:

Es común que la evaluación se asocie al acto de calificar y certificar los logros de los estudiantes. Si bien ello es necesario, esta visión resulta muy restringida, ya que limita la importante función pedagógica de la evaluación como parte misma del proceso de enseñar y aprender… ( p.146).

Al mismo tiempo, la satisfacción de enseñar o aprender debería radicar en un auténtico interés por el conocimiento. Sin embargo, cuando la enseñanza se organiza por y para la evaluación, los estudiantes tienden a enfocarse únicamente en lo que será evaluado, restringiendo el estudio a lo necesario para superar el examen. Al respecto Litwin (2016) postula:

El placer por enseñar algo sin preocuparnos por su evaluación o el aprenderlo por la satisfacción de la curiosidad, el interés que despertó o el valor que le atribuimos dejan de reconocerse. Estructurada la enseñanza desde la evaluación, los estudiantes estudian lo que será evaluado (...) de esta manera la prueba se transforma en un dispositivo engañoso donde los aprendizajes se estructuran en torno a la evaluación… ( p.181).

De esta manera, desde la experiencia vivenciada y desde una perspectiva pedagógica, resulta importante destacar que las secuencias didácticas simuladas realizadas, fueron de gran valor para la etapa posterior, al menos desde la vivencia de este grupo, donde ninguno es docente y carecemos totalmente de experiencia en el aula. Llevar a cabo las secuencias simuladas permitió conocer fortalezas y debilidades, para poder trabajar sobre las mismas y llegar a la práctica intensiva con conocimientos sólidos y aplicando las sugerencias brindadas por las docentes.

Entonces, en la práctica intensiva, durante las 8 instancias llevadas a cabo, mediante 4 secuencias didácticas, se logró demostrar los conocimientos incorporados y el potencial existente en el grupo. En las primeras 2 secuencias didácticas, se hizo despliegue de diversas actividades, estratégias y técnicas de enseñanza donde se ha procurado que prevalezcan la participación de los estudiantes, centrando de este modo, el proceso de enseñanza y aprendizaje siempre en el alumno y respetando los acuerdos del proyecto educativo institucional, de hacer énfasis en la lectoescritura y la vinculación con la realidad. En tal sentido se trabajó con artículos periodísticos que además permitieron el análisis, la reflexión y el debate entre los estudiantes. También se presentó un cuento económico, aludiendo a temas como la economía clásica y la mano invisible de Adam Smith, con un grado de dificultad alto y que fue muy bien resuelto por los estudiantes.

Asimismo, en las secuencias didácticas subsiguientes, se propuso a los estudiantes, estratégias innovadoras como la gamificación, mediante la realización de juegos educativos en grupos, para abordar distintos temas como por ejemplo la revolución industrial, logrando un aprendizaje colaborativo y significativo, que a pesar de las dudas que generaba este desafío, para el equipo. Resultó ser muy bien recepcionado por los estudiantes, demostrando entusiasmo e interés.

En las últimas secuencias didácticas, se utilizaron recursos visuales, como imágenes para relacionar con lo expuesto y con esto, darle un contexto a la información presentada a los estudiantes. También se utilizaron cuadros comparativos, que permitieron visualizar y diferenciar distintas miradas en torno a los temas expuestos, esto permitió alimentar el proceso de enseñanza, al proporcionar múltiples opciones de entrada al mismo.

Así, resultaron muy relevantes durante todas las secuencias didácticas, estratégias tales como; la exposición dialogada, el uso crítico de imágenes, además de las rutinas de pensamiento para recuperar saberes previos. Mediante las mismas, se promueve e incentiva el pensamiento crítico y el trabajo en equipo. Otro de los recursos fundamentales resultó ser la proyección de videos. En su conjunto el proceso ha resultado sumamente enriquecedor, desde lo pedagógico y lo personal, ayudando a la consolidación de la vocación docente en el equipo.

En Concordancia con los autores citados, se sostiene que la evaluación, va más allá de simplemente calificar y certificar los logros de los estudiantes. Desde esta práctica intensiva, la evaluación, se entiende como un proceso y se concibe como una herramienta fundamental que forma parte integral del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Asimismo, se concibe que la evaluación proporciona una retroalimentación continua que guía el proceso de enseñanza y aprendizaje, permitiendo a los docentes y estudiantes realizar ajustes y lograr una mejora constante.

En suma, la Práctica Profesional Docente III, ha sido una experiencia enriquecedora que ha permitido evidenciar la importancia de articular la teoría con la práctica en el proceso de formación de futuros docentes de Economía. A través de esta experiencia, en la Escuela República Oriental del Uruguay, se ha podido reflexionar sobre el papel fundamental de la educación en contextos desafiantes, donde no solo se transmite conocimiento académico, sino también se contribuye al desarrollo integral de los estudiantes.

Por ende, la escuela se presenta como un espacio clave en la construcción de significados compartidos, adaptados a las realidades sociales y económicas de sus estudiantes, respondiendo con sensibilidad y empatía a las demandas actuales. En este sentido, la institución va más allá de su función educativa formal, ofreciendo contención humana y social, y creando un entorno donde los proyectos educativos y cooperativos se convierten en herramientas esenciales para mejorar la calidad de vida y abrir posibilidades laborales para los jóvenes.

Asimismo, la práctica docente evidenció cómo, a pesar de las limitaciones de recursos, la Escuela ROU ha optimizado sus capacidades implementando iniciativas innovadoras, como la cooperativa escolar y diferentes talleres que promueven la colaboración entre estudiantes y docentes. Este enfoque integral no solo fortalece el aprendizaje significativo, superando el aprendizaje tradicional y memorístico, sino que también fomenta valores como la justicia social y la equidad.

En consonancia con autores como Dussel y Southwell, la escuela República Oriental del Uruguay, se ha adaptado a las nuevas exigencias, no solo educativas, sino también sociales, actuando como un agente transformador que forma jóvenes críticos, creativos y emprendedores. De este modo, la práctica ha demostrado que a pesar de las dificultades socioeconómicas, la educación sigue siendo una herramienta poderosa para construir una sociedad más justa e inclusiva.